Well-ordering XLVI
Sólo, quizás sólo, y atendiéndolo sólo desde algún punto de vista, el firme desconocimiento del "infinito antes" de las cosas, produzca en nosotros un vacío irremediable; una existencial vacilación. Nadie puede decir que cuando consiguió englobar bajo el mismo hatillo todo el Universo, no dejara nada fuera. Y eso pensando a lo grande. Pues, pensando en lo mundano de cada uno, tampoco nadie puede decir que teniéndolo todo ordenado, no le quede nada por encajar. Lo mejor de todo es, que en ambos casos, casi nada se encaja y casi nada se engloba. Al respecto, considerando que sólo desde algún punto de vista, los hilos que cortamos para atar las cosas, se esfuman entre ellas, se podría entender el infinito lienzo de razones que tejemos y destejemos. Cuando uno, pasmado por el número dos, se gira contra el hermético seno de la profundidad, siempre retorna con las manos llenas de ejes. El mundo está repleto. Uno, inconscientemente, pensaría que si pusiera aquí un escalón, ya tendrí