Well-ordering (XL)

Si todo se mueve, o dicho de un modo más particular, si la idea de ser nos dirige hacia un mundo en movimiento, lo individual debe esencialmente ser movimiento. Sin embargo, de este modo, tampoco desaparece claramente la noción de lo inmóvil. En efecto, al definir, como se acaba de hacer, lo que esencialmente debe ser el individuo, podría entenderse que se está usando esta noción de lo inmóvil. Y así cabría ser comprendida, de hecho, toda definición: Como una generalización inmune al paso del tiempo. ¿Es la conceptualización una forma de presentársenos el ser inmóvil? Pero el caso es que si esto fuese así, el movimiento reinante en las cosas y en nuestro mundo, puesto que es "lo que se mueve" ¿qué es si no es concepto? Podría ser entonces la realidad sin concepto. Pero más bien, lo que esto podría implicar no es que el ser o lo inmóvil se excluya, sino que el concepto es algo abierto y de contenido inabarcable, y que en su esencia está el movimiento. Así, todo concepto conllevaría una cláusula con el sentido de significar que no es eterno. Por ejemplo, decir que eso que vemos es agua, conceptualizando así la corriente líquida que se observa, implicaría que ese objeto que vemos (o su concepto) cambia solo a otra velocidad que otras demás cosas: el aire que la rodea por ejemplo; y así al hablar del aire, se implicaría también que cambia a otra velocidad que, por ejemplo, la materia orgánica; y en general, al hablar de cualquier cosa, se implica que cambia, pero a un ritmo que permite contemplarla. Con esto, se trata de una implicación diferente a las características que distinguen a cada objeto, las cuales ciertamente responden a otras señales. Esta cuestión sobre el movimiento como elemento esencial del concepto, no individualiza ningún objeto, sino que por caracterizar nuestra misma capacidad conceptualizadora, se nos daría como algo inseparable del ser.

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