Well-ordering (XXXVI)

¿¡Pero cómo separar el hecho del valor!? ¿¡Cómo indicar un hecho sin valor!? ¿Acaso el mundo no es nada por sí mismo? De hecho, no es que no podamos alcanzar el valor verdadero de las cosas; es que ni siquiera podemos separar los hechos unos de otros ¿Cómo entonces lavarse las manos con los valores y enfangarse con los hechos? ¿Cómo decir que algo tiene una propiedad sin dar la espalda a Parménides? ¿Acaso habiéndolo vendido o apostado antes en la trastienda, por el eidos? Es absurdo.