¿Qué es el comunismo? - 19

Al observar cómo una ramita con brotes y hojas verdes, introducida en un vaso con agua, sobrevive, se refuerza y endereza, e incluso crece, no dejo de sorprenderme. Con la luz y el agua, quién sabe si también con el aire y con algunos elementos que lleve mezclados el agua del grifo, esa ramita es capaz de hacer fibra vegetal, hojas y más ramitas. Sé que todo eso tiene una explicación y que muchos que conocen el funcionamiento de la fotosíntesis lo pueden razonar. Pero al respecto ya querría añadir algo. Se trata de que las leyes de la Naturaleza, curiosamente, no nos son conocidas. Quiero decir que siempre hemos formulado leyes de la Naturaleza, muchas transmitidas por antiquísimas fuentes; pero siempre las hemos terminado reformulando, superando, desplazando o simplemente descartando: siempre por otras. Esto significa que lo que ahora reconocemos como leyes de la Naturaleza, un día que está por llegar, no serán más que explicaciones desajustadas: razones incorrectas. Esto son nuestras leyes de la Naturaleza: Siempre son fórmulas de nuestra mente, no de la Naturaleza; siempre son hojas nuestras, no de la Naturaleza.


Me sorprende la potencia que contiene la semilla o su ramita; la fuerza interior que haya para transformar eso que parece que es el simple agua, el simple aire y la simple luz, en más materia verde. Como cualquiera, me pierdo intentando encajar esas cosas; me aturdo entrecogido por la propia vida de esa ramita.


Yo diría que hay algo que me queda algo claro: La vida trabaja sin esfuerzo mío. Por eso creo que hay algo en esas leyes de la Naturaleza que está pensando en nosotros. Creo que hay algo que nos tiene por hijos suyos y que produce una fuerza que nos entrega solo con acercarnos a ello, pidiendo sólo eso a cambio. Pero no entiendo cómo nosotros podemos apropiarnos de esa misma fuerza para destruir; no entiendo como ese algo no exige a cambio también que tengamos buenas intenciones cuando nos entrega esa riqueza con la que podemos expresarnos tan alto y destruir; no entiendo tanta responsabilidad.