¿Qué es el comunismo? - 7

Y preguntémonos si alguien querrá menospreciar a una persona por el solo hecho de ser pobre; si será válido el juicio que por ser uno pobre afirme que se es menos persona. Preguntémonos también por qué sin embargo con tanta frecuencia se aprecia al rico; por qué se le presume excelencia: ¿O estaremos equivocados y el pobre es alguien indigno y por esa sola condición más miserable que el rico?

Tener es ser dueño de lo que se tiene. Y ser dueño es decidir sobre aquello de lo que se es dueño. Se puede decidir sobre las cosas de una forma autónoma y de una forma colegiada. Por ejemplo, yo decido autónomamente sobre el uso que le doy a mi conocimiento; y decido colegiadamente sobre el uso que le doy a mis libros. Porque el conocimiento es una cosa de la que soy dueño por naturaleza y de los libros soy dueño por convención.

A uno le pueden quitar muchas cosas; se podría decir que todo o casi todo, como de hecho en muchísimas ocasiones se dice y sucede. Pero si se piensa un poco, se comprende que hay cosas que no le pueden quitar a nadie; y se está hablando de cosas no precisamente con las se ha nacido. De hecho, hay cosas que son muy difíciles de quitar, o que si se quitan, prácticamente se tendría que hablar no de quitar sino de matar. Por ejemplo, como antes se mostraba, el conocimiento que uno ha adquirido con los años es muy difícil de ser alienado; así mismo los créditos personales que uno tiene; y las amistades, los familiares, el carácter, los deseos, las habilidades o cosas semejantes también son muy difíciles de arrebatar. Pero por ejemplo, la paz de espíritu, las obligaciones naturales o la libertad pueden aferrarse a la persona con independencia de cualquier fuerza exterior que se ejerza sobre ella.

Tómese esta clasificación sobre los ámbitos del tener, solo para que nos sirva de mesa de operaciones. En primer lugar aclaremos que aquellas cosas que se tienen de las que somos dueños por convención, y respecto de las cuales nuestro dominio sería colegiado, son cosas que pueden ser quitadas siempre y a cualquiera, porque la raíz del hecho de que las tengamos depende de los demás. Respecto de las que somos dueños por naturaleza, unas pueden ser quitadas y otras no.

Ahora deberíamos preguntarnos cómo influye sobre la salud y la vida personales el hecho de tener o no tener cosas.