Well-ordering (XXIII)

La conexión del yo, entendido como se ha dicho, con la libertad personal, representaría un conjunto esencial en nuestra vida. Pero la identificación, y en tanto que sería exclusiva, de este yo con la persona, al dejar fuera de sí toda circunstancia dejaría el pensamiento igualmente desconectado. La persona tampoco sería lo que piensa. La racionalidad no es más que una circunstancia sujeta a leyes naturales y plenamente posible, esto es, predecible. El yo y su libertad se escapan a todo eso. Realmente, es como si fuesen, comparados con las medidas que nos ofrece este mundo, infinitamente pequeños.