Sobre el poder (1)

El caso es que de un régimen opresor (si hubiera alguno que no lo fuere) al fin y al cabo no se puede decir que el pueblo lo sostenga, sino que lo sufre. La historia nos demuestra que una buena parte de un tal pueblo o ha perecido víctima de la brutalidad del régimen o ha emigrado; por eso es necesario preguntarse si los que han sobrevivido en su antigua tierra no lo han conseguido gracias a su tolerancia y obediencia más que a su vinculación y apoyo al régimen opresor. Se diría que la población y el régimen político mediante el que su gobierno se muestre no forman una organización mutuamente condicionada; sería como decir algo parecido a que la voluntad del individuo manda igual a un cuerpo sano que a uno insano. Por lo tanto el valor de la justicia de un régimen no se habrá de medir por la respuesta de la población al mismo; y es que la mayor respuesta de las personas siempre se consumirá en la supervivencia diaria.