Sobre la inducción

¿Qué es lo que se podría inducir cuando ello mismo ya exista y donde, fuera de lo previsible por las leyes de la realidad, solo nuestra libertad hubiere de producir hechos o supuestos nuevos?

Sirva como tesis que un proceso inductivo es el que se mueve desde el supuesto concreto al general, extrayendo leyes en las que insertar lo concreto.

Ahora bien, uno de los presupuestos, por lo tanto, fundamentales del proceso inductivo, sería el del desconocimiento humano: Puesto que se trata de descubrir una dinámica o comportamiento general, se parte de un desconocimiento.

Parecería ser, que avanzar en el conocimiento de la realidad sería el sentido común que tendría el movimiento en todo proceso inductivo.

Además, de entre los presupuestos del proceso inductivo se encuentra el que se cuente con la constatación de un hecho; al menos, para poder anclar la cuestión de qué es lo que se quiere conocer. Así, constatado, se desencadenarán las preguntas sobre las razones de su dinámica o comportamiento. Y lo cierto, debería ser, que toda respuesta habrá de constatar un hecho que ya existía.

También, de entre los presupuestos de la realidad cognoscible es que-es y que-hace. Así, el resultado del proceso inductivo habrá de ser la constatación tanto de qué-es, como de qué-hace.

Por lo tanto, parecería que el proceso inductivo trataría de mover el sentido del conocimiento desde lo que-es a lo que-hace o al revés, desde lo que-hace a lo que-es.

No obstante, si teniendo respuesta sobre lo que-es, tanto como sobre lo que-hace, resulta que tales supuestos podrían ser concretos en relación con una generalidad de los mismos.

Con todo, desde lo conocido que-es y que-hace en concreto a eso mismo en general, no debería resultar una ley sino la mera constatación de esa ley.

Porque, la ley no parece ser general respecto de lo concreto, sino solo cuando es imprecisa.