Pendencieros (II)
¿Y cómo se apoya en la pobreza el pendenciero? Hay algo que supone una práctica perjudicial. Se trata de juzgar a los demás. Para entenderlo, ahora, solo lo abordaré desde el punto de vista de la intención. Porque sin juicio sobre la intención, el juicio sobre los actos humanos, se queda en tierra de nadie. El problema es que la intención solo puede ser conocida si su dueño la revela. Habrá algunos pocos que sostendrán que puede ser deducida por indicios, pero, mirad que hay legislaciones, y a unas les basta, por así decirlo, dos testigos, a otras tres y a otras uno. En cualquier caso una deducción siempre será un objeto lógico, y una intención, es un deseo.
Porque esta es la cuestión, ya que si tu intención al apoyarte en la desgracia ajena es la de aprovecharte personalmente, entonces tu conducta será inmoral. Que quede claro que no se está hablando de apoyarse en los demás.
Entonces ¿no se puede usar un asunto de trascendencia política para hacer campaña? ¿Aunque sea con buenas intenciones? Se obtiene que se había empezado preguntando sobre cómo es lo que se apoya en la pobreza, y ahora se ha llegado hasta preguntarse cuál es la intención que interesa buscar en quien se apoya en la pobreza. Se habrá de partir de la distinción entre buenas y malas intenciones, cuya existencia no será nada fácil negar.
En materia de poder, las buenas intenciones son desearlo para fomentar una verdadera paz social. Las malas, desearlo en interés propio. Se escuchará que la aparición de "zonas grises" frustrarán cualquier catálogo. Pero eso no es verdad. Porque lo que lo frustrará serán las medias tintas: o sea, vacilar en cuanto a las verdaderas intenciones de cada uno. Esta última circunstancia, como se dijo, supone una dificultad, ex ante, insalvable; y ex post, de difícil des-cubrimiento (y fácil en-cubrimiento).
El pendenciero, que es aquel de intenciones egoístas, dirá que la culpa de la pobreza la tiene quien está en el poder (lo que como se ha dicho siempre será bastante cierto). Pero quien busca el poder con buenas intenciones, o nunca hablará de la pobreza, o la denunciará poniendo su persona por delante. Entre muchas otras cosas, esto significa que adquirirá el compromiso de respetar la reacción del poder en su contra. Como debate, sostendré la tesis que dice que sostener lo contrario es fomentar el uso de la violencia.