Quebrantahuesos

El sistema de pensiones siempre será sostenible. Y el fenómeno de la solidaridad intergeneracional, siempre se podrá traducir a cantidades de dinero; pero originariamente es una cuestión de obligaciones morales. De hecho, si se puede hablar de este tipo de relaciones humanas en lenguaje monetario, es porque hoy la sociedad, ha conseguido convertir en norma política, la costumbre de cuidar de aquellos a los que por sus años, la violencia del mercado de trabajo los desangraría a un ritmo feroz. Hoy la sociedad ha encontrado un nivel de organización tal, que ha asumido el coste de proteger a los mayores contra la ferocidad del egoísmo humano.

Si la sociedad actual retrocediera en sus potencialidades, y el cuidado de los mayores volviera a depender o del ahorro privado o de la moral familiar, entonces la sostenibilidad de las pensiones, se habría matado. Una coyuntura que provocase una crisis de esta moderna y aún naciente institución, representaría una gran amenaza mundial. Sería un paso atrás gigantesco frente a la lucha contra la selección natural del hombre en sociedad: Una victoria inadmisible del salvajismo.

Pero, por ahora, lo que se quiere decir con insostenibilidad, no va tan lejos como si fuera un ataque a la moral socializada; sino que se queda en los márgenes, a fin de arañar dinero; y sin mirar que el hombre avariento, por uno pierde ciento. Y así se aplica, el tecnicismo de la insostenibilidad, para convencer de la necesidad de recortar, como si lo que se da a los mayores, para su mayor bienestar, hubiera de ser menos porque no salen las cuentas. ¿Y cuáles son esas cuentas en las que los heredados han de pagar como si todavía pudiesen cobrar? Que hablen claro sí, que digan que les quieren dar menos porque quieren tener más; que digan que no saben de dónde sacar más dinero para sostener sus lujos; que digan que su codicia ya está enseñando el rostro del banquete. Que digan que están ganando más y los trabajadores menos, y que ahora van a por los pensionistas, porque hay margen. Que digan que adoran el dinero.

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