Offshoring

¿Cómo se va a deslocalizar una institución? No, eso no es. Entonces preguntemos de otra forma, para que no se tache la cuestión de sugestiva. ¿Cómo se va a deslocalizar el buen ejemplo? Ya, pero tampoco es eso, porque, no es solo una relación con la que se educa. A ver: ¿Cómo se va a deslocalizar lo que debe estar in situ? Sí, eso quiero decir exactamente. Porque el sitio de uno no está en ultramar, sino cuando allí viva. Otra cosa es que quien se deslocaliza, y tiene un pie allende el anteojo y el otro en la peana de aquí, viva en casa; pues por mucho que diga, con un pie en cada muelle, no se puede andar a paso firme.

Otro tema es, que un gallinero fiscal es un sitio muy adecuado para huir de la corrupción. Hay muchas personas que necesitan lugares en los que la acción de la injusticia no penetre, y así en los casos de persecución inminente, o de verdaderos ataques contra sus bienes, poder resguardar sus derechos patrimoniales. Estos gallineros, como su propio nombre indica, tienen la propiedad de cacarear tan alto, que apenas nadie desea entrar a no ser que le pesen demasiado las desdichas de las que huye.

Estas pobres gentes, desahuciadas en sus hogares, naturales de un país sin orden, llegan asfixiados a los parapetos fiscales con los ahorros que han podido distraer a las garras de sus compatriotas; y aunque hayan dejado gran parte sin desgarrarse, lo que se llevan no es tanto por el celo que dedican a todo lo que hacen, como por el celo que sienten por su país derrumbándose.     

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