Cierta libertad

Tengamos en cuenta que la jerarquía es una fuerza que estructura la sociedad humana, a la que se podrían yuxtaponer otras fuerzas que incidan en su potencia. Para el caso de no admitirse esta afirmación, supóngase que al menos existe algún orden social jerárquicamente ordenado, y tomémoslo como hipóstasis.

Este mundo real, donde la jerarquía se materializara, se definiría por estar, en una primera instancia, inter- y subordinado. Lo que ello implicaría es, que en ese mundo, habría una serie de conjuntos en los que se producirían las órdenes que habrán de ser cumplidas. Esto es igual que decir, que las órdenes, necesariamente serían producidas en determinados lugares del mundo que no serían el mundo entero.

Pues bien, sean cuales fueran esos lugares, la ocupación de cualquier espacio, que ya fuere uno de esos mismos lugares, o cualesquiera otros que formalmente tuvieran sus mismas condiciones, revestirá a sus ocupantes de un poder estructurante, cuya trascendencia es histórica, universal y eco-lógica.

La cuestión es que la inter-subordinación del mundo, obliga a que los caminos de la historia se conduzcan por los surcos originados en los centros jerárquicos. Los cauces, así modelados, no solo en su principio sino paso a paso mediante órdenes constantes, se convierten en el hilo de la historia humana. Por esto es tan importante que la jerarquía responda al principio de verdad.

Entradas populares