Corrupción

La corrupción está cuando el vicio es el dueño de las personas. Y como hay muchos vicios, hay muchos tipos de corrupción. Está el vicio de no dar, contra el que se dice que existe la virtud de pedir. Y ese vicio, produce la corrupción de la democracia, porque por mucho que digan, Democracia no es derecho a votar, sino derecho a tener. Cuídense de los que al hablar de la Democracia citan a los griegos, porque lo más seguro es que quieran divertir el problema. Ha llovido mucho y se han quemado muchos libros por los regidores.

Más en concreto, está el vicio de no dar lo jurado o prometido solemnemente, que se opone a la virtud del servicio, y que produce la corrupción del tráfico jurídico. También es cierto que, esta corrupción, se cuece en el ámbito de los juzgados y tribunales, cuando a la Defensora del servicio prometido se le prohíben otras armas modernas, distintas a una espada de bronce antiguo, o se le pone un antifaz que transmite al vicioso, semejante a como la word wide web lo hace con Google.

Los famosos paseíllos que tantas imágenes regalan a los medios de comunicación, nada tienen que ver con el triste tránsito judicial de los pobres, a los que las violaciones victimarias de los ricos les arrastran por los caudales embarrados de causas adormecidas, convirtiéndolos en transeúntes silenciosos de "La persistencia de la memoria".