El Pentágono contra el laissez faire

Un reciente video que la prensa oficial atribuye a la producción del Pentágono, muestra una distopía. Habla de las megápolis, del futuro urbano y de la complejidad emergente. Algunos dicen que además de distópico, encierra un presagio apocalíptico.

En primer lugar es un mensaje contra el principio de "laissez faire", que alerta sobre los riesgos de la desregulación. Se podría decir que es un mensaje contra el desorden. Recoge un montón de imágenes que representan por un lado masas humanas excitadas y excitables, y por otro lado la desocupación. Ambas representaciones se nos transmiten colgadas como ripios de las aglomeraciones urbanas que ronden los diez millones de almas.

El fenómeno de la superpoblación no tiene por qué significar un mal. Ahora bien, si se analiza desde el punto de vista de la pobreza, no es lo mismo mil pobres que cien mil. Quiero decir, que el crecimiento de las ciudades sólo será floreciente cuando el crecimiento de la población urbana se integre en las estructuras sociales proporcionalmente: más escuelas, más centros de salud, más jueces, más viviendas, etc. Y más trabajo para todos. El problema es que a mayor población mayores exigencias organizativas.

Además, como cuanto más amplia es la organización productiva (y mayor se hace, por lo tanto, la producción de bienes), más riqueza sobra, emerge la función perversa en la que el sobrante es útil para la supervivencia de un aumento de la población que se mantenga desocupada y presione a la baja el precio de la mano de obra.

Naturalmente, si con el crecimiento se riegan de trabajo y educación las nuevas masas, si las estructuras sociales se irradian, si la producción aumenta para todos, si se persigue la perversión escalar de la codicia, la complejidad que surge con el aumento de la sociedad, será una cuestión meramente evolutiva y no distópica.