Todo para mentir

El relativismo abusa de la diversidad para hacer de la realidad algo confuso. Es cierto, por otro lado, que la relatividad explica el Universo; pero cuando así se enseña, como por ejemplo, en servicio a la cualidad que tienen las cosas de estar relacionadas entre sí (como la que se dice que tienen la energía, la masa, y el tiempo y el espacio), no es lo mismo, porque así la variedad no termina confundida sino aclarada.

El relativismo, se aprovecha de la capacidad de inventar que tiene la mente humana; abusando de su imaginación, le introduce la mentira como si fuese un valor de verdad. Entonces nosotros, conocedores de los beneficios utilitarios de la mentira, la forjamos con las mareas de la variedad, guiados por el afán de justificarnos y ganar más utilidades. Sin embargo por donde empezamos, que somos nosotros mismos, no lo relativizamos, porque de nuestra mentira, tenemos la esperanza que nadie la conozca.

El relativismo toma la diferencia de la realidad con el signo de la negación, y, semejante a un revelado, enmascara de positivo la destrucción. Todo es relativo para el relativismo; y aunque, entonces, todo es algo, dicen que, sin embargo, cada hombre es todo, ... y dejan a los demás en nada.