"Yo" y dignidad

Se discute sobre si el ser humano es bueno o es malo por naturaleza. Aunque hoy en día, bajo el dominio del paradigma relativista, es muy fácil responder que "depende". Pero esa no es la cuestión, porque incluso "dependiendo", nadie aceptará su maldad y además, todo el mundo criticará la posibilidad contraria.

En este espacio de "Salvar Fronteras", ya se ha expresado ("Eppur si muove") la concepción, según la cual la realidad se puede dividir en una dimensión conceptualizada con el "ser" y en otra con el "hacer". Ahora, la cuestión de la bondad o maldad intrínsecas del ser, no es el objeto de tratamiento en estos párrafos.

Se ha de partir de una hipótesis que sostiene que todo "ente" dotado de materia, posee cierta fuerza de atracción respecto de lo que está a su alrededor; fuerza que aumenta o disminuye según distintas circunstancias. Para el caso de la materia, esta fuerza se llama fuerza de gravedad.

El ser humano, en su acepción de "ente", también poseería esta fuerza de atracción. Y también, según las circunstancias concurrentes en cada "ente" humano, esa fuerza de atracción tendría una intensidad mayor o menor. Esta fuerza de atracción propia del "ente" humano, cuyo efecto es sujetar a su campo de acción el mundo que lo rodea, la denomino el "yo" (o poder del "yo").

Pues bien, se propone la regla, que cuanto mayor sea el poder del "yo", menor será la dignidad de persona (y al contrario).