Sacrificio y justicia

Dar e intercambiar a veces se unen y otras no. A veces se da sin intercambio. Además, dar y sacrificio, a veces se unen y otras no. A veces se da con sacrificio. Ahora bien, cuando se da sin sacrificio, siempre se da con intercambio. Además, a veces el intercambio y el sacrificio son justos.

Ante la decisión de desprendernos de algo, las opciones son dos: o entrar en un intercambio o sacrificarlo. Pero la justicia se puede no realizarse de ambos modos.

El intercambio sólo es justo cuando lo que se dan las partes es lo debido por cada uno. El sacrificio sólo es justo cuando lo que se da se hace a la persona debida. En el primer caso la justicia depende de lo que uno deba; en el segundo caso de que la persona a la que se da sea la debida.

Dos son los criterios: lo que se da y a quién se da. Si se da a cambio de algo, cuenta el cuánto; si se da con sacrificio, cuenta el a quién.

El intercambio justo favorece poco el dar; el sacrificio injusto favorece el intercambio injusto. El intercambio injusto favorece la violencia. El sacrificio justo favorece la paz.