La ley del más fuerte y lo relativo

Lo importante es siempre relativo, porque pertenece a la dimensión "hacer" de la realidad, en la que todo es relativo debido a que los significados son función de los términos; en la dimensión de la realidad que es el "ser", los significados no son función de los términos (los cuales se "hacen" por el "ser"), sino que tienen un sentido propio.

El efecto de ocultar un término de lo que haya o no de considerarse como importante, es la obtención de una ventaja en el control de la voluntad ajena. Así lo que no es importante a la luz del término ocultado, se presenta como si lo fuere, lo que será admitido  con mayor facilidad que si los términos de lo relativo no fuesen ocultados.

Por ejemplo, alguien teniendo la intención de buscarse un beneficio personal (término), hecho que oculta, presenta su capacidad y disposición personales como importantes debido a su excelente formación (término), de modo que se admite y se asiente otorgándole nuestra confianza. Lo que debía ser importante a la luz del término ocultado (la intención), como pudiera haber sido impedir el beneficio personal (con sus consecuencias accesorias), se ha sustituido por otra importancia falsamente inducida, con la que nuestra atención ha sido distraída (capacidad y disposición).

La ventaja en el control de la voluntad ajena se produce porque la acción humana prefiere siempre apoyarse en el conocimiento de las causas, sin el cual la libertad personal se encuentra prácticamente sujeta a la Ley del más fuerte.