Hielo


Estaba sentado y perdido,
era un perro, un cerdo, una hormiga, un hombre,
estaba horrorizado,
buscando sangre roja donde
descansar.

Era débil, pobre,
era ignorante y tonto,
y aterrorizado, buscaba la sangre roja,
para estar
en paz.

Cien muertos le rodeaban,
cien almas sin carne ni piel,
y en el polvo blanco de la soledad
buscaba la sangre roja
a la que poder llorar.

Y cuando cerró sus brazos,
cuando apretó su pecho,
cuando cayó al suelo de miedo,
retumbó en la tierra
y se miró el corazón.


Comentarios

Entradas populares