La ayuda a los demás
Se busca siempre la causa final de todo, y en
cuanto a lo que se refiere a la conducta, se duda que uno pueda comportarse por
el fin de ayudar a los demás: cuando, por otro lado, el fin de satisfacerse una
necesidad personal propia (fin que pretende imperar en todas las causas de libertad),
tampoco tiene otra justificación que la de ser en sí mismo un fin.
Pienso que este pretendido imperio, que parece provenir de la evidencia del egoísmo (principio
de supervivencia), no aporta otra causa (o razón) que la de postularse a ser
principio en sí mismo, y no creo que pueda convertir el fin de ayudar a los
demás en una causa eficaz, en lugar de dejarla ser también (o por encima) una
causa final.
Esto puede ayudar a entender que
en algunas acciones que se realizan de ayuda a los demás, el hecho de advertir
que se hacen desinteresadamente, puede significar precisamente lo contrario:
que se hacen por interés, o que su causa no es final sino eficaz (precisamente
por la eficacia de servir a una necesidad personal que se busca satisfacer a
través de la ayuda a los demás).
Del mismo modo, puede ayudar a
entender, que algunas otras acciones de ayuda a los demás, las cuales se
acompañan con la advertencia de que todo esfuerzo requiere un consumo, y por lo tanto,
un gasto, pueden significar precisamente que la ayuda a los demás se busca como
un fin en sí mismo (hecho que se expresa contemporáneamente junto con el
mensaje del principio de supervivencia).
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