Causas

Cuando desaparecen,
entre las cuerdas,
la palabra imantada de lana
y la mano fuerte de azúcar,
que me traían
y me llevaban,
que me llenaban
y me llamaban;
cuando encadenadas tras ellas,
mis dudas negras dejan
al final de la espalda de la red.

Siempre, una y otra vez,
al esperar sin cambiar,
quieto...
lo movías tú,
lo encontrabas tú,
lo dolías;
para ir, sin fin
al amigo lazo del infinito,
que termina en tu nombre
y nunca empieza,
que se me acerca en ti
y nunca viene.

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