Semilla del dañar
He pensado que
el dañar,
es como una semilla
que dará más flores,
de dulce olor
y a todos gratas,
rica en nuestras
manos
para sembrarla,
allá con prudencia
con cuidado.
He pensado que el dañar
sólo brotará penas
amargas y
aquilatadas;
y que si no lo
quiero
no gano primaveras:
que del daño no
huyen,
sino sus flores son
alas
y mis deseos néctar.
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