Reparación, libertad y necesidad

Por más que lo desee, si detectó cualquier daño en mí, no puedo descansar hasta haberlo reparado, aunque no sea posible o no sepa cómo hacerlo. Es como si un daño no pudiese existir sin la necesidad de ser reparado. Sin embargo cuando he causado un daño a otra persona, aquella necesidad parece transformarse en libertad, porque con facilidad dejo a un lado el hecho de reparárselo.