Discutiendo al gusto

Prefiero pelear contra mi gusto. Las cosas que son de su soberanía, encuentran mi amistad y buena predisposición. Y lo que se empieza con amistad por el gusto, aunque después se muestre injusto o perjudicial, ya la sentencia del gusto se hará muy totalitaria. Así, que me parece más apropiado hacer que le gusten las cosas buenas en lugar de las que parecen buenas. Yo sé que unos años le han gustado unas cosas y después otras que entonces no fueron de su agrado. Yo creo que el gusto, tan soberano como es de la conducta, está deseando aprender qué es lo bueno.