Aniversario Salvar Fronteras
Querid@s amig@s,
celebro con tod@s vosotr@s el primer año que cumple Salvar Fronteras, deseando que
prosiga adelante mientras latan
corazones. Os doy las gracias por leerlo, por acudir anónima y
desinteresadamente a prestar vuestra lectura, tan fiel al intercambio. Quiero
también dar las gracias a mi mujer que durante este entero año ha leído cada
entrada con comprensión. ¡Muchas gracias!
Las entradas han
intentado aludir a las desigualdades que nacen a cada lado de una frontera, ya
sea ésta territorial, política, económica, o de índole ideológica. Me gustaría
resumirlas en el orden en el que aparecen: Comenzó el blog, queriendo hacer alusión
a la implicación que existe entre la frontera de un Estado y la insolidaridad,
concepto éste, que irá volviendo a aparecer. En la segunda entrada, se aludía a
la imposibilidad de exigir a los Estados occidentales sus obligaciones, y se
intentaba manifestar que son sujetos obligados, sin embargo. La tercera
entrada, hacía alusión, indirectamente, a la desvergüenza de la clase política,
en relación a la usurpación que hacen del protagonismo social en detrimento de
los que sirven a las funciones más sacrificadas de una sociedad, como pueden
ser las de limpiar las calles y levantar los muros de las casas. Se continúa
queriendo reconocer a la Paz y a la Solidaridad como fundamentos de la
actividad Gubernativa. Posteriormente se
intentó llamar la atención sobre la importancia del valor de la convivencia
como superior al de la libertad, e
igualmente, así se intentó en la siguiente entrada, esta vez, entendiendo el
hambre como (des)valor superior a la libertad. En la siguiente entrada, en
julio del pasado año, se pretendió conectar la libertad con la obligación, para
fundamentar el hecho de que los Gobiernos son sujetos obligados, lo que ya se
había adelantado anteriormente. En la siguiente entrada se introduce la
cuestión de la necesidad de convivencia entre el aspecto individual y el
colectivo de lo humano y se vuelve en la siguiente entrada, sobre la
cuestión de la responsabilidad de la
clase política y sobre la necesidad de que se pueda exigir legalmente. En la
última entrada de julio, se inicia una serie sobre el dinero, con la intención
de sospechar: la primera entrada se
pregunta por qué el dinero, siendo una mera imagen de la producción, funciona
independientemente de ella; en la segunda entrada de esta serie, se quiere
resaltar que hay cosas que no tienen precio y que sirven para ser
intercambiadas (pero que se las mira bajo el prisma del precio, precisamente
porque éste funciona independientemente de la producción mercantil; y en la
tercera entrada se quiere recordar que la moneda (independizada de su imagen o
producción mercantil) sólo depende del poder que la acuña y a él debe todo su
poder. En la siguiente entrada se intenta ver la injusticia más allá de una
relación entre los sujetos inmediatos que la contemplan. En la siguiente
entrada se alude a la debilidad y al desamparo como realidades en las que se
apoya el poder. Posteriormente se retoma
de nuevo la dualidad individuo-colectivo, separada mediante fronteras
artificiales en el mundo de la empresa privada y en la siguiente entrada se
trata la distinción entre el mal y el bien. La segunda semana de septiembre se
inicia una serie sobre la riqueza y propiedad, comenzando por delimitar
temporalmente la pobreza, continuando por inclinar la mirada hacia la riqueza
generada en el marco de una relación laboral abusiva y se entiende que esa
riqueza más bien es pobreza y se termina por entender como propiedad ilegítima
aquella que se basa en una actividad malintencionada. En la siguiente entrada
se quiere distinguir al ser humano de sus acciones, de las cuales se ha de
predicar su bondad o maldad, más que del hombre en sí. El 11 de octubre de
2011, se intenta apuntar hacia la desigualdad que supone la apropiación privada
de los avances tecnológicos. Las dos siguientes entradas aluden a la
solidaridad como un derecho fundamental y a la fraternidad como fuente del
derecho. Se comienza posteriormente una serie sin numerar en la que el Poder
ejecutivo se va configurando como una maquinaria violenta, sospechando en
primer lugar por la inexistencia histórica de un Ministerio de Pobreza. Se
continúa con la cuestión de la diferencia de tratamiento respecto de las
obligaciones de los ciudadanos y del Estado, saltando hacia la regla de la
reciprocidad, entendiendo que o el cumplimiento es mutuo o el compromiso es
nulo y la exigibilidad queda condicionada. En la entrada "Una función
biológica", se entiende el Gobierno como algo propio del ser humano, unido a su condición, tratando de atravesar
el sentido particular de la clase política. Posteriormente se alude a la
conexión orgánica de los individuos unos con otros y se retoma de nuevo la
cuestión de la pobreza situándola en sede de responsabilidad política y
entendiendo la Democracia como algo incompatible con la pobreza, y claro está,
con la Monarquía. Se continúa aludiendo a la conexión entre el poder y el
dinero, y a la farsa que supone querer hacer transparente el poder y no el
dinero. Se pone en relación la riqueza con el egoísmo, en este caso en el
ámbito estatal. La siguiente entrada se refiere a la relación poder-dinero como
envoltorio de la injusticia. La
siguiente entrada intenta dirigirse hacia la apariencia inofensiva bajo la que
se oculta la mala intención. La última entrada de enero de este año, vuelve
sobre lo individual-colectivo, tratando de señalar que cada dimensión tiene su
esfera y que las usurpaciones que entre ellas se hagan deberán reformarse. La
siguiente entrada se dirige a la perversión que supone el gusto elitista y se
continúa aludiendo al igual significado de cada individuo haga lo que haga. Se
mira en la siguiente entrada sobre la diferencia de méritos cuando uno acumula
riquezas y cuando uno acumula pobrezas. El 29 de febrero se apunta la
vinculación entre poder y delito y entre servicio y justicia por otro lado. La
siguiente entrada comienza una serie que se dirige a vincular precios de los
productos de consumo con derechos humanos y políticos, entendiendo que los
precios dependen de la Ley en nuestros sistemas. Antes de continuar con la serie de
"Riqueza y propiedad", se trata la cuestión de la mentira como ente
con dimensiones jurídicas. En "Riqueza y propiedad (IV)", se enfrenta
el concepto de propiedad privada con el de recurso natural. La siguiente
entrada alude a dos vías distintas que, por malintencionada intervención
humana, pueden hacer injusta la Ley, tanto al hacerla como al aplicarla. Se
continúa la anterior serie sobre precios encontrándolos con el concepto de
servicio público, sociedad, dignidad y felicidad. En la entrada titulada "Condiciones
letales" se quiere atender a la desigualdad intrínseca existente en el
esfuerzo necesario para superar distintas situaciones políticas desfavorables
para el individuo, y cómo, superar algunas (como el prosperar en un gueto)
podría exigir esfuerzos heroicos lo que resulta inadmisible en Democracia. La
siguiente entrada resalta el diferente tratamiento que se le da a la
creatividad intelectual y al trabajo manual mecánico respecto de la propiedad
sobre el resultado. En la siguiente entrada se desarrolla un ejemplo sobre los
resultados que en la distribución de la riqueza producen los avances tecnológicos.
En la siguiente entrada se indica el imperialismo como una endémica tendencia
de los gobiernos. Las dos últimas entradas se dedican al dinero, en tanto que
constituido como finalidad primordial de las sociedades occidentales es inmoral
y a mirar hacia la Democracia más allá de su dependencia del sufragio.
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